¿Qué es la inocuidad alimentaria? 

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la inocuidad alimentaria consiste en la “ausencia, o niveles seguros y aceptables, de peligro en los alimentos que puede dañar la salud de los consumidores”. 

Las enfermedades de transmisión alimentaria surgen cuando se consumen alimentos o agua contaminados con microorganismos, parásitos o toxinas. Estas enfermedades pueden aparecer de forma aguda o crónica, y afectar tanto a individuos como a comunidades. 

Se clasifican en tres tipos: 

  1. Infecciones. Causadas por microorganismos vivos presentes en los alimentos. 
  1. Intoxicaciones. Provocadas por toxinas producidas por bacterias, mohos o contaminantes químicos. 
  1. Infecciones mediadas por toxinas. En éstas, las toxinas, aunque invisibles y sin olor o sabor, son las responsables de los síntomas. 

La contaminación puede ocurrir en cualquier punto de la cadena alimentaria: desde la producción primaria hasta la preparación final. Puede ser provocada por agua contaminada, malas condiciones de almacenamiento, manipulación inadecuada o exposición a ambientes insalubres. 

Los síntomas van desde trastornos gastrointestinales hasta afecciones neurológicas o inmunológicas, y en casos graves, pueden derivar en hospitalización o muerte. 

Los dueños de Grupo Kosmos, con más de 60 años de experiencia en el sector alimentario, reconocen que la prevención es posible. Para ello, las empresas de la industria deben asegurar condiciones sanitarias en la producción y elaboración. La clave está en aplicar buenas prácticas.