El sorgo se posiciona como una alternativa estratégica para garantizar la seguridad alimentaria: versátil, resistente y altamente productivo. A esto se suman una serie de ventajas que conlleva cultivarlo:
- Adaptación climática. El sorgo puede crecer sin problemas en climas cálidos, secos o semiáridos, y puede soportar sequías prolongadas.
- Poca agua. Requiere de menos agua que otros cereales y se desarrolla adecuadamente en suelos alcalinos, profundos y pesados.
- Optimización del suelo. Su sistema radicular profundo mejora la estructura del suelo y contribuye a su fertilidad. Además, genera rastrojo, que mejora la cobertura y previene la erosión.
- Productividad. Gracias a su proceso fotosintético eficiente, que separa la captación de CO2 y la producción de azúcares entre el día y la noche, mantiene buenos niveles de productividad, incluso en condiciones adversas.
- Versatilidad. Algunas variedades dulces se destinan a la producción de biocombustibles, lo que suma valor estratégico a este cultivo.
Como parte de la industria alimentaria, los dueños de Corporativo Kosmos son conscientes de la importancia de impulsar alternativas como éstas para enfrentar la crisis alimentaria.
Por ello, contribuyen desde su trinchera al firmar un acuerdo estratégico con Ÿnsect, empresa francesa especializada en la producción de proteínas y piensos a partir de insectos, para desarrollar una granja en México e introducir esta alternativa sostenible en el país.