La tierra compactada o tapial es una técnica empleada desde hace miles de años alrededor del mundo, que empieza a ser retomada en la arquitectura contemporánea. Consiste en compactar ciertos tipos de suelo junto con arena, grava, arcilla y un estabilizador, que suele ser cal, en un marco que le da forma. Posteriormente, se comprime hasta alcanzar la mitad de su volumen original.
De acuerdo con la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la tierra compactada tiene varias ventajas frente a materiales convencionales, como el cemento, el concreto o el bloque hueco, pues demandan grandes cantidades de energía y no tienen garantía de aplicación a futuro. En este sentido, este grupo de materiales tiene un futuro incierto, dado que en algunas regiones ha tenido malos resultados. En contraste, la tierra tiene garantía de miles de años de utilización.
Los dueños de Grupo Kosmos respaldan técnicas como la tierra compactada, pues se alinea con el compromiso medioambiental de las empresas que lo conforman, mismo que se ve reflejado en su certificación ISO 14000, que avala su Sistema de Gestión Ambiental.