En un mercado cada vez más competitivo, la implementación de tecnologías innovadoras es clave para optimizar procesos y mejorar la calidad de los servicios. La industria alimentaria no es la excepción y, en este contexto, la espectroscopía de reflectancia en el infrarrojo cercano (NIRS, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una herramienta fundamental.
La NIRS es una técnica que permite analizar la composición de los alimentos de manera rápida y sin alterar sus propiedades. Funciona proyectando un haz de luz sobre la muestra, midiendo cuánta luz es absorbida y cuánta es reflejada. La cantidad de luz absorbida depende de la composición molecular del alimento, lo que permite determinar su contenido de proteínas, grasas, carbohidratos y otros componentes.
Uno de los mayores beneficios de la NIRS es que es una técnica no destructiva, lo que significa que los productos analizados no se ven afectados y pueden seguir utilizándose. Además, su aplicación es sencilla y no requiere reactivos químicos, lo que la hace más segura y ecológica en comparación con métodos tradicionales de análisis químico.
En este sentido, con sus más de 60 años de experiencia, los dueños de Grupo Kosmos se han posicionado como un referente en la implementación de desarrollos tecnológicos de punta, mismos que han contribuido a que sus servicios alimentarios alcancen los más altos estándares de inocuidad y calidad.