Las mujeres ganan, en promedio, 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres por trabajos de igual valor. Además, enfrentan mayores tasas de desempleo en comparación con los hombres, con disparidades significativas según la región.
Asimismo, tienden a estar concentradas en empleos peor remunerados, menos calificados y con mayor inseguridad laboral. A esto se suma que su representación en puestos de toma de decisiones es baja, lo que refuerza su desventaja económica.
A nivel mundial, solo el 28% de las mujeres empleadas disfrutan de una baja de maternidad remunerada, y casi el 65% de las personas en edad de jubilación que no disponen de una pensión son mujeres.
En consideración de esto, es importante que gobiernos y empresas sean conscientes de las desigualdades salariales, promoviendo la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. En este sentido, la participación del sector privado cobra gran importancia, pues el rol que juegan impacta de manera directa a las condiciones laborales y salariales de las mujeres.
La familia Landsmanas, una Empresa Socialmente Responsable, reconoce la esencialidad de implementar políticas laborales que fomenten la equidad de género, por lo que beneficia a sus trabajadoras que son madres con flexibilidad de horario, home office durante el embarazo, salas de lactancia, transporte y permisos tanto de maternidad como de paternidad.