La Secretaría de Bioeconomía de Argentina, señala en su ficha “Tecnologías para la Industria Alimentaria MICROENCAPSULACIÓN” las siguientes aplicaciones de este método:
- Reducción de la evaporación. La microencapsulación disminuye la velocidad de evaporación de las sustancias, manteniéndolas estables y efectivas por más tiempo.
- Liberación gradual. Permite la liberación controlada y paulatina de la sustancia encapsulada bajo condiciones específicas como la humedad, el pH o la acción de enzimas, asegurando su eficacia en el momento necesario.
- Protección frente a elementos externos. Protege sustancias sensibles al calor, la luz o la humedad, así como compuestos que se oxidan fácilmente con el oxígeno, manteniendo su integridad y funcionalidad.
- Mejora en la manipulación. Convierte sustancias líquidas en sólidas, evitando su agrupamiento y asegurando una mezcla homogénea. Esto facilita su manejo y aplicación en distintos procesos alimentarios.
- Enmascaramiento de sabores y olores desagradables. Esconde el mal sabor o mal olor de ciertos aditivos alimentarios, mejorando la aceptación y disfrute del producto final por parte de los consumidores.
- Conservación de sustancias bioactivas. Introduce componentes beneficiosos en la matriz del alimento, protegiéndolos de reaccionar con otros compuestos y evitando su pérdida, lo que incrementa el valor nutritivo y funcional del producto.
Estas tecnologías no solo mejoran la eficiencia en la producción, sino que también aseguran la estabilidad y seguridad de los alimentos, manteniendo sus propiedades nutricionales y organolépticas.
Lo anterior, es una prioridad para la familia Landsmanas, líderes de Corporativo Kosmos, empresa que se caracteriza por la calidad e inocuidad de sus productos y servicios, garantizadas por la rigurosa normativa que emplean en todas sus operaciones, regida por estándares nacionales e internacionales.