Para Corporativo Kosmos repartir no es solo conducir todo el día y llevar mercancías o productos de un lugar a otro, sino también estar al pendiente de los productos que alimentaran al cliente.
Algunas de las tareas de los repartidores de alimentos consisten en realizar una buena planificación o en disponer la carga para que el reparto sea rápido y eficaz.
¿Qué funciones tiene un repartidor?
Un repartidor de alimentos es la persona que conduce alimentos de un punto A un punto B. Hoy en día, incluso utilizan la bicicleta o trabajan a través de plataformas en las que las personas solicitan sus servicios.
Lo habitual es que el repartidor trabaje solo. Así que son muchas las tareas que recaen en una sola persona. Además, al trabajar de manera directa con público y sorteando el tráfico, los problemas que surgen día a día pueden ser muy variados. La planificación, por tanto, es imprescindible.
El repartidor planifica el horario y la ruta, de manera que la mercancía esté dispuesta por orden de entrega, recoge los alimentos, los descarga, gestiona los recibos con el cliente y, en ocasiones, hasta cobra. Además, tiene que rellenar registros, mantener el método de transporte que elija limpia y cumplir con las fechas y horas de entrega, sobre todo si ha de recorrer largas distancias, lo cual implica pasar tiempo fuera de casa.
Habilidades que se requieren
El repartidor tiene que tener experiencia conduciendo, pues es lo que hará la mayor parte de su jornada laboral, pero también debe conocer el área de reparto e incluso el nombre de las calles. Asimismo, debe ser puntual, responsable y amable, ser capaz de seguir un horario y poder gestionar los imprevistos o las emergencias, y por último, conocer y poder hacer reparaciones de emergencia a su vehículo.
Repartir no es solo conducir y llevar productos de un lugar a otro, sino que también implica una serie de habilidades comunicativas, de gestión y de responsabilidad imprescindibles para que el trabajo salga bien.