El nombre butírico proviene del latín butyrum, que significa mantequilla, ya que este ácido es el responsable del olor peculiar y el sabor de la mantequilla rancia.
La industria alimenticias, como La Cosmopolitana, utiliza lo ésteres del ácido butírico en la composición de algunos alimentos y bebidas.
La fermentación butírica es la conversión de los glucidos en ácido butírico, por acción de las bacterias anaerobias.
El ácido butírico de la mantequilla es un ácido graso con forma de pesteres en las grasas. El triglicerido de este complejo constituye el 3% o 4% de la mantequilla.